La Alegría (y la Satisfacción) de Aprender


Aprendizaje como actitud quiere decir “mente abierta”. Esto le escuché hace casi 30 años a mi maestro el Dr. Carlos Llano en octubre de 1977 y se me quedó grabada para siempre. Fue durante una conferencia de bienvenida a quienes entonces iniciábamos el Master en el IPADE - una conferencia que he escuchado más de 20 veces, y no pierde su frescura. El requisito primordial, antecedente para aprender es precisamente la “mente abierta”: esa actitud de apertura a nuevas ideas, y que es antecedente para escuchar (más que oír) u observar (más que ver), es decir, entender. Sí, mente abierta contrapuesta a la cerrazón de quien cree que todo los sabe; la del que cree que domina lo que hay que saber, la que no se abre a nuevos conocimientos… la que siempre dice lo mismo.

Aprendizaje como prueba y error. Implica tener tolerancia y capitalizar los errores. Mi prima Nuria lo entendía perfectamente, cuando a los 8 años afirmaba con autoridad: Para aprender a patinar tienes que caerte 8 veces, ya que te has caído esas 8 veces, podrás patinar. Que lástima que conforme crecemos nos va dando miedo caernos…

Aprender como algo común y corriente. Quien aprende no es alguien que se esfuerza puntualmente; no se trata de un esfuerzo aislado. Se trata más bien de una actitud, de un estilo de vida. Se trata de mantener siempre la curiosidad, el deseo de profundizar, de ir más lejos, de conocer más y mejor, como algo natural; como un hábito, algo que surge espontáneamente.

Aprender no es cuestión de edad, es decir no se necesita ser joven para aprender. Mi hijo Carlos tuvo en el kinder una maestra -Miss Lore-, que decidió, cuando ya tenía más de 50 años, cursar la licenciatura en pedagogía. Así que cerca de los 60 años presentó su examen profesional y se recibió. Y si mal no recuerdo, creo que me dijo “Mira, cuando tenía 54 años me dije, a los 59 puedo ser la misma, o puedo ser licenciada en pedagogía, decidí lo segundo…”, ¡Caray!, eso es tener deseos, anhelos y capacidad de aprender.

Le bonheur de aprendre. Francois de Closets, el autor francés le dedicó un libro a este tema, (La alegría de aprender) y sin entrar en detalles, la pregunta que plantea en su obra invita a una profunda reflexión ¿Por qué de niños nos encanta aprender (es el 100% de lo que hacemos cuando niños) y por qué cuando crecemos perdemos esa alegría (bonheur)?

Aprender produce satisfacciones. ¿Por qué? Porqué aprender nos autentifica como seres capaces de transformar la realidad. Porque aprender ensancha nuestra mentes, aumenta nuestros conocimientos, perfecciona nuestras habilidades. Si pudiéramos establecer con precisión el momento en que aprendemos, sabríamos que hay un antes y un después, y constataríamos que después de aprender… somos mejores, pues sabemos más, y podemos hacer más.

Aprender y Aprendre: En francés aprender se dice aprendre, ¿Qué chiste tiene? Que prendre quiere decir prender, es decir tomar, aprender es tomar para nosotros, y más que tomar: como decimos los mexicanos es “agarrar”, sí tomar con garra, tomar para nosotros; eso es aprender: hacer propio algo externo.

Aprender para obtener mejores resultados. Aprender, como lo hemos comentado en otras ocasiones, es un proceso que: primero, nos hace adquirir conocimientos, interiorizar las ideas; segundo, nos ayuda a a modificar nuestra conducta hasta que –tercero- obtenemos mejores resultados, sea en habilidades, sea en destrezas, sea en recursos o en capacidades. Al principio de este proceso de aprendizaje: mente abierta. Al final: mejores resultados. Aprendemos no para ser más instruidos, aprendemos para poder transformar la realidad, logrando mejores resultados.

Aprender satisface porque ejercitamos inteligencia… y también voluntad. Como comentábamos en el punto anterior, primero quizá ejercitamos la inteligencia, para entender nuevas ideas o conceptos. Pero después, a la hora de modificar nuestra conducta para obtener mejores resultados, hay que ejercitar la voluntad. Sucede como con quien lee y se convence de que fumar es peligroso: primero la inteligencia le aclara el punto, pero para dejar de fumar, tendrá que echar mano de su inteligencia y de su voluntad. Y la sensación de dominio de uno mismo, en términos de entender y en términos de lograr nuevos comportamientos y mejores resultados, es un a sensación de logro individual realmente muy satisfactoria.

El cúmulo: aprender a aprender. Lo dijo Bill Gates, fundador y presidente del consejo de la temible Microsoft: nuestra principal, nuestra única ventaja competitiva es la capacidad de aprender, y especificando aun más, de aprender rápidamente.

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